Babi Yar


Babi Yar
Por Yevgeni Yevtushenko.
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No hay ningún monumento en Babi Yar
Sólo una roca escarpada, como una tosca lápida.
Tengo miedo.
Hoy me siento tan anciano
Como el pueblo judío entero.
Me veo como un anciano Israelita
Que ambula por los caminos del antiguo Egipto.
Y aquí sobre la cruz, sucumbo torturado
Y hasta ahora llevo las marcas de los clavos.
Los Filisteos me traicionaron y juzgaron.
Parezco Dreyfus.
Estoy encerrado en una jaula. Rodeado y atrapado,
Las remilgadas niñas en sus encajes
Me persiguen, me escupen, me difaman.



Chillan, mientras me pinchan con sus sombrillas en la cara.
Me veo como un niño en Bialystok.
La sangre se desparrama y corre por el suelo.
Los dueños de bares y cantinas expresan su furia sin freno
Y el olor a vodka y cebollas todo lo impregna.
Soy empujado por una bota y no me queda fuerza,
Ruego en vano al populacho del pogrom,
Mientras que con el grito “Maten a los Judíos y salven a nuestra Rusia”,
A mi madre la golpea un funcionario.
Oh Rusia de mi corazón, yo sé
Que tú eres internacional por naturaleza.
Pero muchas veces aquéllos que están inmersos en la mugre
Abusaron de tu nombre puro en nombre del odio.
Conozco la gentileza de mi patria.
Que ruin y sin el más mínimo temblor
Los antisemitas se proclamaron a sí mismos
La “Unión del Pueblo Ruso”.
Parece que soy Ana Frank,
Transparente como la ramita más delgada en Abril,
Y estoy enamorado, y no necesito frases,
Sólo nos miramos en los ojos.
¡Qué poco puede uno ver o sentir!
Prohibidas están las hojas , y también el cielo,
Pero aún hay mucho permitido – como suavemente
Abrazarnos en un oscuro cuarto.
“Ya vienen”!!!“
No temas… Estos son los sonidos
De la misma primavera que pronto llega.
¡Rápido, un beso más!”.
“¡Están rompiendo la puerta!”
“¡No, es el hielo que se rompe en el río…..!
”La hierba salvaje susurra sobre Babi Yar,
Los árboles miran serios, como pasando juicio.
Aquí en silencio, los gritos, y con mi sombrero en mis manos,
Siento mi pelo encanecer.
Y yo mismo, soy como un largo y silencioso grito,
Sobre los miles y miles de enterrados,
Soy cada uno de los ancianos ejecutados aquí,
Soy cada niño asesinado aquí
Ninguna fibra de mi cuerpo podrá olvidar.
Que la “Internacional” suene y truene
Cuando enterrado y olvidado para siempre
Caiga el último antisemita de la tierra.
No tengo sangre judía en mi sangre,
Pero soy odiado con odio corrosivo
Por los antisemitas, como si fuera judío.
Por eso puedo llamarme un Ruso.
Babi Yar na Wikipedia

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